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Nueva publicación: Fósiles de cocodrilos de hace 7 millones de años descubiertos en Sacaco y Ocucaje dan luces sobre la última gran diversificación de los cocodrilianos marinos del mundo

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Reconstrucción de los cocodrilos marinos, Piscogavialis jugaliperforatus (izquierda) y la nueva especie Sacacosuchus cordovai (individuos adulto y juvenil; derecha abajo), en los ambientes protegidos y someros de la zona de Sacaco del Pacífico sudeste, hace 7 millones de años. Arte de Javier “Canelita” Herbozo.

Hasta la fecha no se sabía a ciencia cierta si en el pasado hubo cocodrilianos (aligatores, caimanes, cocodrilos y gaviales) realmente marinos, creciendo y alimentándose en el mar. Y es que los cocodrilianos vivientes son básicamente animales de agua dulce que habitan ríos, ciénagas y pantanos. Nuevos fósiles en gran estado de preservación descubiertos en la costa desértica del Perú (Sacaco y Ocucaje) revelan que por 14 millones de años (entre 19 y 5 millones de años atrás) dos especies de cocodrilianos habitaron el mar del Pacífico sudeste. Estos reptiles marinos fueron el gigante Piscogavialis, de hasta 9 m de longitud, y una especie nueva descrita en este estudio, Sacacosuchus cordovai. “Se sospechaba que habían existido cocodrilos marinos pero la evidencia no era sólida. ¡Los fósiles de cocodrilos descubiertos en Perú vivieron entre ballenas, delfines, pingüinos y tiburones por un lapso de 14 millones de años! Además, el registro incluye individuos de diferentes tamaños, lo que indica que crecían, se alimentaban y morían en el mar. Sacacosuchus es una novedad científica, no tiene parientes cercanos en Sudamérica. Sus ancestros habrían atravesado el Océano desde otro continente para llegar a nuestras costas, lo que enfatiza su capacidad para lidiar con las aguas marinas” señala el Dr. Rodolfo Salas-Gismondi, paleontólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y líder de la investigación.

 

El estudio se publicó el 11 de mayo en la prestigiosa revista científica británica Proceedings B. Lo pueden encontrar en este enlace: https://royalsocietypublishing.org/doi/full/10.1098/rspb.2022.0380

 

La investigación fue financiada por los proyectos de Prociencia/Concytec, Perú y el Banco Mundial: Incorporación de Investigadores, no. 034-2019-02-FONDECYT-BM-INC.INV), (Valorización del Patrimonio Paleontológico y Origen de la Megadiversidad del Peru, no. 104-2018-FONDECYT y Las Ballenas del Desierto no. 149-2018-FONDECYT-BM-IADT-AV)

 

Piscogavialis y Sacacosuchus pertenecen al grupo Gavialidae, el cual incluye cocodrilianos con rostros extremadamente largos y delgados (longirrostría), como se aprecia en sus únicos parientes vivientes: el gavial malayo (Tomistoma) y el de la India (Gavialis). Para explorar cómo fue la evolución y extinción de los cocodrilianos marinos, se incluyó el registro fósil peruano en una amplia base de datos de los cocodrilianos fósiles del Cenozoico descubiertos en todo el mundo. Los análisis demostraron que a pesar de que las dos especies vivientes de gaviales son estrictamente de agua dulce, la mayor parte de la evolución de los gaviales ocurrió en el mar. “Mientras los gaviales actuales viven en ríos, en el pasado la mayoría de ellos fueron esencialmente marinos, algo que no habíamos notado” El estudio demuestra que todos los cocodrilianos que habitaron ambientes marinos fueron longirrostros y pertenecieron únicamente al grupo de los gaviales. “Mientras los ríos y pantanos eran habitados por cocodrilianos con hocicos de todas las formas imaginables, en el mar solo habían gaviales con rostros largos y muy delgados”

 

“Dentro del patrón longirrostro, la evolución produjo dos tipos distintos de gaviales marinos con dietas y formas de alimentación presumiblemente diferentes. Unos tenían dientes grandes en la punta del hocico y estaban especializados en la captura de presas rápidas y pequeñas, como los peces. A este tipo perteneció el gigante Piscogavialis. Otros tenían dientes robustos en la parte posterior y mayor fuerza en la mordedura. Sacacosuchus presentaba estas características y habría tenido una dieta más variada. Por esta razón, ambos vivían en el mismo ambiente sin competir por el alimento”

Los gaviales marinos se dispersaron a través del oceáno hacia casi todos los continentes del mundo. Los análisis realizados indican que el centro de dispersión fue la zona marina costera conocida como el Peri-Tethys, ubicada entre Europa y África. Este fue el caso de Sacacosuchus cordovai. Sus ancestros vivían en el Peri-Tethys y habrían atravesado el océano para llegar a Sudamérica.

 

Se determinó que el pico de la diversificación de los cocodrilianos marinos ocurrió en el Mioceno tardío, hace aproximadamente 8 millones de años, cuando Piscogavialis y Sacacosuchus habitaban las costas de Perú. Este intervalo se caracterizó por una tendencia al enfriamiento en el planeta, por lo que su evolución no parece haber sido conducida por la temperatura. En cambio, los niveles relativamente altos y estables del mar que dominaron esa época parecen haber sido determinantes en su evolución, pues muchas áreas continentales del mundo estuvieron inundadas por el mar, generando hábitats costeros ideales para los cocodrilianos. “Por eso es que encontramos fósiles marinos en el desierto costero del Perú. Hace 7 millones de años, muchas partes de la costa estaban inundadas por el mar. Los playas y bahías de aguas someras, tranquilas y potegidas por islas predominaban en la costa peruana. Eran muy ricas en recursos” indica la Dra. Diana Ochoa, geológa de la UPCH y coautora de la investigación.

 

“Poco después de este pico en la diversidad, se observa que los cocodrilianos marinos declinan rápidamente para extinguirse en el Plioceno, hace entre 4 y 2.8 millones de años. En este momento de la historia de la Tierra, el nivel del mar desciende y se pierden muchos hábitats costeros en todo el mundo, también en el Perú. La pérdida de hábitats causó la llamada extinción de megafauna marina del Plioceno. Los cocodrilianos marinos se extinguieron durante este evento” explica Salas-Gismondi.

 

El registro fósil del Perú existente en las zonas de Sacaco (Arequipa) y Ocucaje (Ica) documenta la historia de los ecosistemas marino-costeros de los últimos 42 millones de años. “Este registro es increíble, no existe otro lugar en el mundo que reúna fósiles tan bien conservados y que cubran un intervalo de tiempo tan largo. Sin duda es uno de los más completos del mundo” afirma Mario Urbina, investigador del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), descubridor de los fósiles y coautor de la investigación.

 

Sacacosuchus (cocodriliano de Sacaco) hace referencia a la zona de Sacaco (desierto del norte de Arequipa) donde se descubrieron la mayor parte de sus fósiles y “cordovai” honra la labor del profesor Jesús Córdova de la UNMSM, por su valiente e incondicional apoyo en favor del desarrollo de la paleontología en el Perú.

La investigación fue financiada por proyectos de Prociencia/Concytec, Perú y el Banco Mundial. Proyectos: 034-2019-02-FONDECYT-BM-INC.INV; 104-2018-FONDECYT y 149-2018-FONDECYT-BM-IADT-AV. Los fósiles se encuentran depositados permanentemente en el Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural, UNMSM, Lima, Perú.

Nota: A cotinuación el resumen del artículo en Proceedings B:

 

“Miocene fossils from the southeastern Pacific shed light on the last radiation of marine crocodylians”

 

Authors: Rodolfo Salas-Gismondi, Diana Ochoa, Stephane Jouve, Pedro E. Romero, Jorge Cardich, Alexander Perez, Thomas DeVries, Patrice Baby, Mario Urbina & Matthieu Carré

 

Published: Online the week of May 11, 2022, in Proceedings of the Royal Society B

 

Abstract: The evolution of crocodylians as sea dwellers remains obscure because living representatives are basically freshwater inhabitants and fossil evidence lacks crucial aspects about crocodylian occupation of marine ecosystems. New fossils from marine deposits of Peru reveal that crocodylians were habitual coastal residents of the southeastern Pacific (SEP) for approximately 14 million years within the Miocene (ca 19 to 5 Ma), an epoch including the highest global peak of marine crocodylian diversity. The assemblage of the SEP comprised two long and slender-snouted (longirostrine) taxa of the Gavialidae: the giant Piscogavialis and a new early diverging species, Sacacosuchus cordovai. Although living gavialids (Gavialis and Tomistoma) are freshwater forms, this remarkable fossil record and a suite of evolutionary morphological analyses reveal that the whole evolution of marine crocodylians pertained to the gavialids and their stem relatives (Gavialoidea). This adaptive radiation produced two longirostrine ecomorphs with dissimilar trophic roles in seawaters and involved multiple transmarine dispersals to South America and most landmasses. Marine gavialoids were shallow sea dwellers, and their Cenozoic diversification was influenced by the availability of coastal habitats. Soon after the richness peak of the Miocene, gavialoid crocodylians disappeared from the sea, probably as part of the marine megafauna extinction of the Pliocene.

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